viernes, 15 de abril de 2022

RESEÑA DEL LIBRO “TAPONES ROSAS” DE FERNANDO MORALES SÁNCHEZ- CESPEDES




Hay personas que huyen de las redes sociales e incluso las critican porque piensan que hay que relacionarse con las personas solo personalmente, cuando realmente siempre hemos utilizado otros medios además del contacto personal, las cartas por ejemplo o incluso la prensa escrita a otros niveles y ahora tenemos la oportunidad como los profesionales de tener una audiencia que nosotros mismos elegimos o no para ser escuchados. Por esta razón creo que las redes sociales pueden ser un medio no solo para conocer a personas que tengan tus mismos intereses sino también poder pertenecer a grupos donde puedas expresarte e intervenir en la opinión.

En la red social Facebook muy criticada por algunos quizá porque solo creen que es una red social para cotillear sobre la vida del otro, he conocido a Fernando Morales, en mi caso saber de los demás tiene el sentido de sentirse cerca y elegir. A Fernando Morales y a mi nos une un grupo que creemos que las personas con problemas mentales tienen también su sitio en la sociedad. Fernando escribe y quiere que sus libros lleguen a otras personas, tarea que hoy en día no es nada fácil porque las redes sociales nos permiten de alguna manera a todos ser “escritores” y quizá no tenemos la misma necesidad de comprarlos como antes.

Tapones rosas es un libro que yo en un principio pensaba que no me iba a gustar quizá por el título que me llevaba a creer que sería una novela rosa de las que no acostumbro a leer. Fue el mismo autor el que me lo recomendó y puso confianza en mi opinión como lectora. Me sentí halagada y a la vez con la responsabilidad de ser sincera.

El libro está escrito a modo de diario, en los diarios las personas mostramos experiencias personales y me pregunté qué serian los tapones rosas que da significado al título: “… ahora le dio por comprar tapones… tapones rosas...”. No voy a desvelar su significado para que vosotros mismos lo averigües al leerlo, pero si os puedo decir que podría ser metafórico. Quién espere una lectura apoyada en las normas ortográficas y espere encontrar una literatura pulida y cuidada no lo va encontrar. Las palabras son como las pinceladas que los pintores impresionistas hacían en sus cuadros que en este caso van dibujando las preocupaciones y la vida de una joven y su familia. Hay dolor y sufrimiento porque parece vivir en un mundo aprisionado por voces de personas que viven experiencias demasiado intimas para ser escuchadas “...ella no oye como yo cuando hacen el amor los vecinos…” y otros no las escuchan por eso le resulta difícil afrontarlo o compartirlo, pero lo sorprendente es que a su vez vive en la dulzura de una familia que le despierta siempre con cariño “Me despiertan con un beso y un croissant con mermelada...”. La protagonista aun a pesar de esa enfermedad que parece atraparle es capaz de trabajar, de enamorarse, ayudar a otras personas y de llevar una vida como cualquier otro.

Además del diario, el libro recoge narraciones cortas que expresan las ideas del autor con base filosófica. Se ve un autor que estudia los comportamientos de los seres humanos ofreciendo al lector un crecimiento personal.

Aconsejo su lectura como una experiencia distinta a lo que estamos acostumbrados a leer, vamos a encontrarnos una realidad que está cerca de un mundo que no se considera ideal para nadie frente a una realidad deseada por todos de vida en familia, cuidados y amor. Distopía y utopía van de la mano. En la fotografía que he hecho, el ratón de mi ordenador sujeta las páginas de este libro como lo que todos decimos sujetan o no los prejuicios hacia los demás. Después de leerlo lo he hojeado muchas veces poniéndome en el lugar de esas personas que viven día a día entre la voz interior de un mundo no deseado y las voces de las personas que les quieren, si tienen la suerte de tenerlas a su lado.