Título: Cartas a
un joven poeta
Autor:
Rainer María Rilke
Editorial
Akal / Básica de bolsillo 322, Serie clásicos de la literatura
alemana. Madrid 2016
N.º
de páginas :53
Fue
en la sala del Museo Nacional Thyssen Bornemisza cuando me propuse
leer a Rilke. Estaba visitando la exposición de uno de los grandes
artistas del siglo XX, Balthus, la guía que nos explicaba la
exposición nos lo presentó como un hombre que desde joven recibió
una rica formación artística y su primer profesor fue Rainer María
Rilke, uno de los poetas más importantes de la literatura universal.
Había oído hablar de él pero después de disfrutar del estilo tan
personal y único de Balthus me sentí motivada a conocer su opinión
sobre el arte y de cómo pudieron influir sus consejos en su pintura. El
libro elegido no podía ser otro que Cartas a un joven poeta,
cartas que se convierten en consejos para cualquier joven con
inquietudes artísticas. Emilio José González García profesor de
Filología alemana nos introduce cómo hay libros que pueden cambiar
vidas y cómo estas pocas cartas cambiaron la vida de Frank Xaver
Kappus, un joven que quería ser escritor y animado por la
coincidencia de estudiar en la misma Academia Militar donde Rilke
también se inicio decidió enviarle sus poemas para que valorará su
trabajo.”Una obra de arte es buena si surgió de la
necesidad. En la forma en la que se originó se haya su valoración”.
Las
cartas se inician en 1903 hasta 1908 y se publican en 1929 en
Leipzig. Rilke las escribe desde los distintos lugares que visita,
París, Pisa, Alemania, Roma y Suecia. Lo que llama la atención es
la confianza en la que se fundamenta su relación, a veces pasan
meses sin respuesta entre una y otra carta y esto no les afecta, y la
razón puede ser tan simple como no tener la tranquilidad y soledad
necesaria para escribirla. Pienso hoy en día que nos enviamos
mensajes inmediatos a través del móvil y tardar unos minutos en dar
la respuesta puede ser motivo suficiente para dudar de la otra
persona.
Los temas que trata no son meramente artísticos, la vida, la muerte,
el amor, la tristeza y sobre todo la soledad son constantes en sus cartas.
En
la primera carta escrita desde París el 17 de febrero de 1903 da
consejos al artista sugiriendo que se adentre en si mismo e
inspeccione en las profundidades donde surge la vida“No todas
las cosas pueden decirse o palparse, la mayoría de los
acontecimientos son inefables”. En todas sus cartas habla de
la importancia de aceptar la soledad como algo bueno y necesario“Y
es que por lo general, y en especial en los asuntos más profundos e
importantes nos encontramos completamente solos”. Presenta la
soledad como reposo y hogar incluso en situaciones extrañas para
encontrar cualquier camino. Habla de la soledad del artista como
fuerza creadora, como lo único necesario “una soledad grande e
íntima”. La soledad para averiguar lo que sucede en nuestro
interior “Lo que sucede en vuestro interior merece vuestro amor,
debéis trabajar en ello de alguna manera y no perdáis
demasiado tiempo y no le dediquéis demasiados
esfuerzos en explicarle vuestra postura a las personas”. Incluso
cuando expresa su opinión sobre las relaciones de pareja lo plantea
como dos soledades que se protegen mutuamente.
Cree
en una evolución en relación a las mujeres, opina que en un futuro
la mujer no será un antónimo de lo masculino, no será un
complemento o una frontera sino algo autónomo, con vida propia y
existencia “Este avance transformará la experiencia del
amor … la transformará de arriba abajo, convirtiéndola en
una relación de ser humano a ser humano”.También nos
sorprende en su forma de enfocar la tristeza, para él las grandes
tristezas son novedades que nos cambian por dentro, son una oportunidad para crecer “la única
tristeza negativa y peligrosa es aquella que se pone ante los ojos de
la gente para exagerarla”. Muestra una visión positiva del
mundo, los temores, los abismos y los peligros debemos amarlos porque
son nuestros “Quizá todo lo horrible sea en definitiva algo
desvalido que desea nuestra ayuda”. Para él la vida y
la muerte son grandes y maravillosas “Creedme: la vida tiene
siempre razón”. La última carta publicada es también en
París varios años después, el 26 de diciembre de 1908, es pura
poesía, parece que el señor Kappus ha conseguido el título y la
profesión de militar y con total respeto a su decisión le amplia el
horizonte a poder también ser artista. “también el arte es una
forma de vivir y uno puede prepararse para él viviendo de cualquier
manera, sin saberlo.”
Las
cartas publicadas son solo las que escribió Rainer Maria Rilke en
respuesta a las que se supone que le escribió Franz Xaver Kappus que
no conocemos pero a través de ellas podemos conocer las preguntas, las
dudas y los planteamientos de Kappus con total coherencia; en ellas
no solo es importante las reflexiones sobre el ser humano y el arte
sino que también la riqueza expresiva y la poesía que se transmite
en estas cartas nos dice la grandeza como escritor de Rilke.
Después
de leer Cartas a un joven poeta me pregunto si la
independencia que mantuvo Balthus con respecto a los movimientos de
vanguardia de su época y la sensibilidad a los problemas de su
tiempo pudo deberse a los consejos que como profesor le dio Rilke en
sus principios. Es un libro que aconsejo leer a todas las personas
sensibles a las creaciones artísticas y dado que Cartas a un
joven poeta está en mi estantería me gustaría creer que es el
propio Rilke el que terminaría la reseña diciendo como en el final
de una de una de sus cartas:“Me alegra saber que mis libros
estarán en su casa. Afectuosamente. Rainer Maria Rilke.”
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