sábado, 22 de octubre de 2016

Reseña de "El retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde

Título: “El retrato de Dorian Gray”
Autor: Oscar Wilde
Publicado en Madrid, editorial Valdemar, El Club Diógenes en febrero de 2007
N.º de páginas: 354

Perturbador e inquietante, argumento conocido por casi todos aun sin haberlo leído, llevado al cine y en boca de todos frases como “vendió su alma al diablo para conseguir la eterna juventud”.
Ahora después de leerlo comprendo porque permaneció en la estantería, el miedo que me afligía entonces a entrar en temas escabrosos y que me impedía leerlo es el mismo que he sentido al descubrir en Dorian un personaje no grato que lo convierte en un libro no grato ya que obliga a enfrentarse con la vanidad de todo aquel que pretende ser. Soy pintora por afición y gracias a un amigo llegó este libro a mis manos, esperaba encontrar el ideal de belleza artística y sin embargo puedo decir que nos ofrece más enseñanzas sobre la vida que sobre el arte.

Recordé lo que me habías dicho esa maravillosa tarde en que cenamos juntos por primera vez sobre que la búsqueda de la belleza era el auténtico secreto de la vida."

La historia se desarrolla en la Inglaterra del siglo XIX. Trata sobre la vida de Dorian Gray, un joven hermoso que conoce a un pintor, Basil Hallward que le hace un bello retrato. Este encuentro les cambiará la vida, el artista cree haber conocido la musa de su inspiración, el ideal de belleza y Dorian Gray vivirá con el retrato toda su vida, retrato que sufrirá un deterioro físico y mental por el paso del tiempo y los acontecimientos mientras el protagonista permanecerá joven y atractivo. A través del pintor Dorian conoce a lord Henry Wotton, con el que entablará una profunda amistad. Son las conversaciones entre ellos dos, Dorian y Henry las que nos llevan durante todo el libro a conocer pensamientos y reflexiones sobre la vida y la moral.

Cuanto más vivo, Dorian, más me convenzo de que todo lo que era suficientemente bueno para nuestros padres no lo es bastante bueno para nosotros.”

Dorian Gray conoce a Sibyl Vane, una joven actriz de baja alcurnia con la que tiene una relación que pondrá en peligro su propia existencia. Oscar Wilde nos deleita con un gran número de personajes, desde lores y duquesas hasta mayordomos y sirvientes que enaltecen el libro y acompañan a los protagonistas en cada devenir de sus vidas.

Veo dos partes diferenciadas en el libro que coincidirían con la doble vida del protagonista. La primera parte del libro es un placer para los sentidos, está lleno de descripciones de ambientes y objetos que van acordes con las emociones de los personajes, a través de ellas conocemos sus almas y sus más profundos deseos, todo parece bello y hermoso. En la segunda parte del libro, el protagonista nos lleva a ver los más viles sentimientos de la especie humana, la degeneración, la depravación y las miserias.
Todas las emociones presentadas son enaltecidas como conceptos del arte, con la mirada de un artista, libradas de los detalles mundanos que las hacen reales. Las conversaciones y pensamientos acerca de la vida y las pasiones que Oscar Wilde nos trasmite con delicadeza pero a la vez con realismo dejan al argumento en un segundo plano.

Es una historia sorprendente y conmovedora y aunque creamos conocerla por haber visto la película o porque nos la han contado, aconsejo leerlo para simplemente, sentir, como nos dice lord Henry:

“ … ese es uno de los grandes secretos de la vida: curar el alma a través de los sentidos y los sentidos a través del alma.”


sábado, 8 de octubre de 2016

Reseña de "Pasaje a la India " de E.M. Forster





Título: Pasaje a la India
Autor: E.M. Forster
Editado en Madrid por Alianza Editorial en 1997
N.º de páginas: 408







El libro está basado en la época del colonialismo inglés en la India y en el movimiento de independencia indio de principios del siglo pasado. El autor estuvo allí y nos dejo está maravillosa historia.
Le dije que sí y a partir de ese momento no se separaba de mi durante el tiempo del “coffee break”. Todos estábamos en Inglaterra por un mismo motivo, aprender inglés, personas de distintas partes del mundo, de todas las razas y de todos los colores. Estaba sentada cerca de él, un indio con una túnica gris y un turbante negro me ofreció té de un termo y le dije que sí, más tarde aprendí que ningún inglés le hubiera dicho que sí, simplemente le hubiera dado las gracias. A partir de ese momento es como si hubiéramos sellado nuestra amistad aún sin conocernos, de la misma manera que Mrs. Moore entabla amistad con el Dr. Aziz en la Mezquita para siempre. Entiendo perfectamente la clase de amistad que establecen esos dos personajes porque de alguna manera yo también lo he vivido. En los días sucesivos hablamos de nuestros países, de nuestras costumbres, de nuestras creencias y todos los días acompañados del té que cuidadosamente preparaba en su termo, “confiaban el uno en el otro aunque iban a separarse” nos dice el autor en el libro describiendo la amistad que se profesan los protagonistas. También hice amistad con ingleses que después de haberles contado mi experiencia con los indios, me aconsejaron leer este libro, como un libro poético, sensible y profundo que seguro que me iba a gustar. Mi delito es haberme comprado este libro y no haberlo leído hasta ahora. La juventud de entonces me llevo a dejarlo en la estantería y preferí vivir las experiencias a leerlas, sin embargo, ahora después de más de veinte años me ha venido bien leerlo para sentirme joven.

La historia gira alrededor de varios personajes ingleses e indios que entremezclan sus vidas y sus malos entendidos, como muy bien nos define el autor en sus diálogos “… cuando creo molestarles no es así, cuando creo que no les molesto, lo estoy haciendo...”. Podemos definir cuatro personajes como protagonistas: el doctor Aziz, su amigo británico profesor de Instituto Cyril Fielding, la señora Moore y la señorita Adela Quested y alrededor de todos ellos todo un séquito de personajes. El doctor Aziz organiza una excursión para obsequiar a sus amigas inglesas al único sitio digno de visitar en la zona que eran las Cuevas de Marabar. El viaje se complica mucho y suceden varios percances y Aziz es acusado por Adela de intentar atacarle en el interior de una cueva. Este hecho enturbia las relaciones de tal manera que se van sucediendo enfrentamientos continuos entre Oriente y Occidente, “… no se puede abolir el Imperio británico porque sea grosero.- De acuerdo, y nosotros no vemos la necesidad de soportaros...” nos dice el autor en boca de los protagonistas al final de la historia. Esta cita fuera de contexto puede parecernos demasiado burda y creer por eso que es un libro demasiado bélico, pero no es así, todos estos temas políticos están tratados pero Forster lo convierte en pura poesía. Da vida a los personajes y a los paisajes de tal forma que después de leer te queda la sensación que todo sigue viviendo detrás de ti. A su vez también logra crear entre los personajes el misterio de lo que no se dice, abre las puertas a que un mismo personaje tenga distintas actitudes, no están determinados están abiertos a los cambios, son impredecibles, aunque para algunos de ellos parecen vivir en un determinismo continuo donde nada es casual y todo es “predecible”.

Transversalmente se tratan temas como el racismo, las religiones o el trato discriminatorio a las mujeres indias, temas que después de un siglo de diferencia siguen estando en el candelero. “Si necesitas un tema para un poema, utiliza éste: La dama india tal como es y no tal como se supone que es.” dijo el Dr. Aziz a su amigo el profesor Fielding cuando le contaba la opresión en la que vivía su mujer.

Hay momentos muy críticos en el libro, momentos donde el amigo se convierte en enemigo, donde el enemigo demuestra fidelidad a sus principios en contra de su destino, y donde el ser humano más fuerte se derrumba ante su adversario. En estos momentos esperas que los personajes se dulcifiquen, que los orientales dejen sus represalias, que los occidentales olviden su superioridad, esperas que ninguno de los dos tenga razón y que la reconciliación sea posible, pero no es así, cada uno ocupa su lugar como en la vida misma.

Yo recomiendo la lectura de este libro porque la historia, los personajes, los paisajes, el realismo, la crudeza, la dulzura, la poesía y la autenticidad hacen de él un libro precioso.