domingo, 24 de junio de 2018

Reseña de "Un viejo que leía novelas de amor"


 





Título : “Un viejo que leía novelas de amor”
Autor: Luis Sepúlveda
Editorial: Nueva Narrativa, 1999 Barcelona
N.º de páginas: 137









La lectura de este libro ha sido una grata sorpresa para mí, no había oído hablar de este autor chileno sin embargo si había oído hablar de Chico Mendes y este libro les une a los dos. El autor del libro, Luis Sepúlveda, le dedica a este activista ambiental que luchó de forma pacífica contra de la devastación del Amazonas, el Premio Tigre Juan que le fue concedido por esta novela. Luis Sepúlveda además de ser escritor fue periodista y cineasta y esto se nota en su forma de escribir, la historia que nos cuenta está inspirada en su experiencia personal con los shuar, un pueblo indígena amazónico. Cuando lees el libro te das cuenta que los hechos que se narran no son producto de la imaginación del autor sino  de alguien que conocía muy bien la forma de vivir de estos indígenas. Frente a la brutalidad que se vive en la selva está la dulzura de un anciano que le gustaba leer novelas de amor. “Sabía leer. Fue el descubrimiento más importante de toda su vida. Sabía leer. Era poseedor del antídoto contra el ponzoñoso veneno de la vejez. Sabía leer. Pero no tenía que leer”.
La novela trata de la vida de Antonio José Bolívar, un hombre que vive en El Idilio, un pueblo del Amazonas, después de un tiempo se va vivir a la selva con su mujer, allí conoce a los shuar y casi llega a formar parte de ellos. “De ellos aprendieron a cazar, a pescar, a levantar chozas estables y resistentes a los vendavales, a reconocer los frutos comestibles y los venenosos, y sobre todo, de ellos aprendieron el arte de convivir con la selva”. Tras una lucha por sobrevivir vuelve a El Idilio y toda la experiencia adquirida en la selva le sirve para bien y para mal en su convivencia con los ciudadanos del pueblo que le encargan una importante misión. La novela es una defensa de la naturaleza y demuestra un enorme respeto a la vida en el Amazonas, a su vez critica a todos aquellos que acceden a esta gran riqueza para devastarla.
Hay descripciones muy bellas de lo que acontece en la vida del viejo, “… y dejó que los pensamientos se aquietaran como las piedras al tocar el lecho del río”, y descripciones muy reales de la vida salvaje de los animales .“Por la herida asomaban restos de arterias y algunos gusanos albinos.” . Utiliza un lenguaje sencillo, rico y expresivo, con un estilo narrativo con pocos diálogos.
Todos los lectores sabemos que cuando leemos no sólo nos enriquecemos con lo que leemos sino que además hacemos asociaciones con los hechos que han ido aconteciendo en nuestra vida y que guardan cierto parecido con las personas o las circunstancias que se dan en el libro, de forma que es como si hicieras dos lecturas, la del libro y la de tu propia vida. Estoy acostumbrada a leer libros sobre la vida en las civilizaciones occidentales y esto facilita estas dos lecturas, lo novedoso de este libro es que de no haber convivido en la selva difícilmente te puedes poner en el lugar de los personajes. A la vez que lees la historia del viejo te estás documentando sobre otra forma de vida, otra sociedad, otras normas, es como una reflexión antropológica del ser humano. Mientras estas leyendo que a Antonio José Bolívar le cuesta esfuerzo imaginarse como son las ciudades como Londres, París o Venecia tu estás sintiendo lo mismo que él pero con la vida en El Idilio y en la selva, y sólo por eso merece la pena leer este libro.