martes, 27 de febrero de 2024

Reseña del libro La Creación del yo.


 

Título: La creación del yo una nueva ciencia de la conciencia.

Autor: Anil Seth

Traducción de Albino Santos Mosquera.

Editorial Sexto piso, editado en España, primera edición 2023.

Número de páginas 398.


 

 

 

 

 El año pasado en el Espacio de la Fundación Telefónica se celebró una exposición sobre el cerebro, arte, ciencia y filosofía se unieron para decirnos cómo funciona nuestro cerebro. Yo muy animada por conocer cómo funcionan nuestras mentes estuve pendiente de las actividades, conferencias y presentación de libros que tenían que ver sobre el tema. Anil Seth en persona presentó este libro, su libro, un libro que le ha costado varios años escribirlo. Se dice que fue el libro del año, como el que dice el coche del año, pero creo que conocer el cerebro es mucho más que eso y además caemos en el peligro de que conocernos sea una moda cómo una serie de ciencia ficción. Aunque los conocimientos que se trasmiten en el libro están escritos en un lenguaje muy cercano a las personas que no tienen conocimientos científicos sobre el tema su lectura no es fácil, hay que conocer algo de filosofía y psicología para entenderlo, que nadie espere que es un libro para darnos estrategias para conocernos como si fuera un libro de auto ayuda .

El libro se divide en cuatro grandes capítulos que nos hablan del nivel de conciencia, el contenido de la conciencia, el yo y los otros. En el primer capítulo nos plantea los interrogantes que le han llevado al autor a escribir el libro. Es muy difícil dar una respuesta científicamente aceptada a la pregunta qué es la conciencia así que Anil Seth primero nos plantea como la han tratado distintas teorías a lo largo de la historia (fisicalismo, idealismo, dualismo, funcionalismo, pampsiquismo o misterianismo) y después plantea conocer el nivel de conciencia y sus contenidos como el camino para llegar a su conocimiento. También nos presenta lo hecho hasta ahora para medir la conciencia y nos habla de FI, como la medida de un indicador de conciencia que es más que la suma de sus partes y también nos presenta la Teoría de la Información Integrada de la conciencia TII “...integración e información son propiedades de la conciencia, pero no quiere decir que la conciencia es información integrada…” también nos dice que “el hecho de si yo soy consciente no debería depender de cómo tu o cualquier otra persona midáis mi cerebro”.

El segundo capítulo es el que a mi realmente me hace cambiar de actitud ante muchas cosas de la vida y es porque yo creía, cómo casi todos creemos, que somos conscientes porque percibimos el mundo a través de los sentidos y luego construimos nuestras experiencias, pero sin embargo no sucede en esa dirección. En la conferencia nos recordó a William James, filósofo y psicólogo estadounidense del siglo XIX que investigó entre otras cosas sobre las emociones y descubrió algo muy revolucionario que aun ahora nos cuesta creer y es que estamos tristes porque lloramos, no que como estamos tristes lloramos; pues Anil Seth nos plantea algo parecido pero con la conciencia “las percepciones principalmente van de arriba abajo o de dentro afuera. Lo que experimentamos está construido a partir de las predicciones (conjeturas) que el cerebro hace acerca de las causas de las señales sensoriales””… lo que percibimos en realidad es una fantasía neuronal producida de arriba abajo (o de dentro afuera)”. Nuestro cerebro se mueve en la magia de la probabilidades, las observaciones empíricas pueden ser erróneas y en un conjunto de observaciones elegimos por la causa más probable de los datos observados, este planteamiento viene del Teorema de Bayes, es decir, pasamos de la probabilidad a priori a la probabilidad a posteriori basándonos en la probabilidad condicional “no percibimos el mundo como es, sino del modo que más útil nos resulta”. Y completando el contenido de la conciencia Anil Seth nos habla de la importancia de la participación del espectador en la construcción de la realidad. Nos pone ejemplos de la participación humana en la construcción de la realidad por ejemplo como podemos ver figuras en las nubes u objetos (paraidolia) cómo en el arte (cubismo) podemos representar diversas perspectivas al mismo tiempo; sinestesia grafema-color; ceguera al cambio cuando algunos aspectos de nuestro entorno cambian y no lo vemos ”doramos y teñimos los objetos naturales con colores de nuestro sentimiento interior”.

En el tercer capítulo trata del yo y con ello trata de disolver el problema difícil de averiguar qué es la conciencia para intentar resolverlo nos menciona los delirios “nuestro cerebro siempre está tratando de llegar a conclusiones, de formarse sus conclusiones, de formarse sus mejores conjeturas. Tampoco el yo es lo que podría parecer lo que es”. Nos explica los distintos yos (yo volitivo, yo narrativo, yo social, yo real,..) y las enfermedades diagnosticadas hasta ahora cuando estas yoidades se estropean. Explica diferentes tipos de alucinaciones y diferentes enfermedades en las que les afecta “ ...y no nos percibimos a nosotros mismos para conocernos, sino para controlarnos”. Para hablarnos de su planteamiento en el que los seres humanos somos un animal-máquina lo inicia con una frase de Anais Nin No vemos las cosas como son, las vemos como somos” que resume  la idea central a partir de la cual desarrolla su teoría animal-máquina es que “nuestras experiencias conscientes del mundo que nos rodea, y de nosotros mismos dentro de él, se producen con, a través de, y debido a nuestros cuerpos vivos”” las experiencias emocionales dependen de la forma en que los procesos cognitivos de nivel superior evalúan los cambios fisiológicos”. Planteando el hombre como animal-máquina nos cuestionamos donde está el alma, sus emociones sus sentimientos y nos dice ” el alma no es una esencia inmaterial, ni una síntesis espiritual de la racionalidad es la expresión perceptiva de una continuidad profunda entre mente o vida” “ no somos ordenadores cognitivos; somos máquinas sintientes”. Nos menciona el Principio de Energía Libre (PEL) de Karl Friston que dice que para que una cosa exista tiene que haber una diferencia entre esa cosa y todo lo demás. Según esta teoría un sistema vivo debe ocupar estados en los que espera estar (un pez se espera que esté en el agua sino no se mantendrá vivo). Y por último en este capítulo trata de un tema en mi opinión fundamental para la creación del yo y es la libertad, plantea la libertad no como algo que se tiene o no se tiene sino que ejercer el libre albedrío podría ser una cuestión de grados, “entre el momento del impulso y la acción resultante, quedaba tiempo suficiente para que interviniera el libre albedrío espectral” y esto es casi imposible que suceda. Cuando nos explica los grados de libertad habla de como las creencias, los valores, los objetivos, nuestros recuerdos influyen para construir nuestras mejores conjeturas perceptivas en nuestras acciones; diferencia la libertad frente a coacciones, libertad de o para actuar de acuerdo a nuestras creencias u objetivos; también como la genética influye en enfermedades que limita el libre albedrío (síndrome de la mano extraña, mutismo acinético, tumor cerebral,…).

El último capítulo, Los otros, desde que lo he leído no puedo comer pulpo, ya no veo igual a esos bellos animales, siento su conciencia, diría que entiendo a los vegetarianos por ideales si queremos comprender otras mentes las de los cefalópodos son las más “otras” de todas”. El hombre no está solo en la naturaleza y nos plantea si otros seres vivos tienen conciencia. Se ha estudiado que tenemos el mismo cableado cerebral con algunos animales, que tenemos rasgos comunes en actividad cerebral (dormir-despertar) ; que podemos tener diferencias en los patrones del sueño, diferencias en contenido consciente (olfato, bigotes, eco-localizador,…); diferencias en la manera de experimentar la yoidad y eso hace que cada animal habite en un mundo interior. Según la intuición del autor es que debe haber animales que no son miembros del circulo de la consciencia. “Con nuestros cerebros complejos y nuestros sistemas perceptivos bien afinados orientados a cuidar de nuestra integridad fisiológica caemos fácilmente en la inconsciencia”. Resume que tener conciencia de estar vivos es distinto de ser inteligentes y aceptar que puede existir conciencia en los animales nos puede traer beneficios a los humanos, primero el aceptar que el mundo y el yo que construimos no es el único posible y después aprender a ser humildes con la riqueza de las diferentes experiencias subjetivas que puede haber tanto en los diferentes seres humanos como en otros animales. No podía faltar mencionar a la Inteligencia Artificial y la pregunta es “¿qué se necesitaría para fabricar una máquina consciente?¿ tendremos la sensación de que son conscientes igual que inteligentes?”  En cualquier caso nos plantea que todo esta por descubrir, pero que de momento se está produciendo una alteración en los comportamientos de la sociedad, que se están planteado problemas éticos, que ya se están empezando a ver consecuencias psicológicas y conductuales y que corremos el peligro de una invasión a nuestra privacidad. Así que nos recuerda que estamos construyendo herramientas inteligentes para ayudarnos, no colegas. Precisamente este mes de febrero acudí como público a una mesa redonda sobre IA también en la Fundación telefónica y todos los participantes estaban también de acuerdo de no tener miedo sino formación y educación en estos temas para afrontar los cambios y aceptar la tecnología como herramienta que nos ayude.

Anil Seth en el epilogo nos dice que se sintió como un trasgresor, alguien había corrido un telón y allí estaba él observando directamente la mecánica del yo humano, y yo al leer su comentario recuerdo a Nicole Kidman corriendo las cortinas en la película “Los otros” para todo lo contrarío, para que a sus niños no les afecte la luz, película de Alejandro Amenábar donde se juegan con seres que están distintos mundos, en el mundo de los vivos y en el de los muertos, unos que no saben donde están o no son conscientes y los que lo saben tienen la misión de desvelarles la verdad. Dejemos que los científicos nos la desvelen como nos dice Anil Seth “conocer mejor la conciencia no nos aleja de la naturaleza sino que nos sitúa dentro de su terreno”. Por supuesto muy aconsejable su lectura.