Título: Biografía
del silencio
Autor:
Pablo D’ Ors
Editorial
Siruela, Madrid, 2019
N.º
de páginas: 106
Es curioso como por razones distintas y vías distintas en la misma
semana mientras mi hijo conocía a Miguel D’Ors yo conocía a su
primo Pablo D’Ors, los dos nietos del filósofo y escritor Eugenio
D’Ors que yo como tantos otros había estudiado en su tiempo pero
que permanecía en mis archivos mentales como algo olvidado y tuve
que recurrir a desempolvar su recuerdo. Nacer en una familia que
forma parte de la historia de la cultura debe de dar una riqueza que
no la dan otras. Mi sorpresa fue saber que Pablo D’Ors es
sacerdote católico y que además escribe sobre meditación una
practica más cerca de las religiones orientales que del catolicismo.
Siendo yo también católica y practicando en los últimos años el
yoga y la meditación, podía no ser tan desorbitado juntar a Cristo
y Buda en un misma filosofía de vida “El vacío de sí, el
olvido de sí, está en proporción directa con el amor a los demás.
Cristo y Buda son, en este sentido, los modelos más insignes que
conozco.” Este breve ensayo sobre la meditación llegó a mi
como regalo de una amiga que compartimos las mismas inquietudes sobre
la vida, fue uno de esos regalos que sorprenden y alegran porque se
hacen por amistad en cualquier época del año. Es breve pero denso,
no tiene desperdicio, palabra a palabra está lleno de contenido,
está formado por 49 apartados o capítulos que nos guían en su
lectura.
Nos
presenta la meditación como un método que aparentemente es simple:
sentarse, respirar y acallar los pensamientos pero que es bastante
difícil de conseguir “Comprobé que quedarse en silencio con
uno mismo es mucho más difícil de lo que antes de intentarlo había
sospechado.” aunque matiza ”Meditar no es difícil; lo
difícil es querer meditar.” La meditación nos la plantea como
una disciplina para acrecentar la confianza, es una practica de la
espera, nos ayuda a recuperar la niñez perdida “la mirada se
limpia y se comienza a ver el verdadero color de las cosas… se
sonríe con más frecuencia".
El
libro es una revolución frente algunas ideas que hemos heredado de
la educación católica: nos han fomentado la importancia de tener
grandes ideales e ir a por ellos, sin embargo “cuesta mucho
aceptarlo, pero nada hay tan pernicioso como un ideal y nada tan
liberador como una realidad, sea la que sea” el autor nos
escribe sobre los cambios que surgieron en él a través de la
meditación ”empecé a desechar de mi vida todo lo quimérico y
a quedarme exclusivamente con lo concreto”; nos han fomentado
proponernos metas, esforzarnos y procurar rendir al máximo, en
cambio para afrontar las situaciones difíciles nos propone lo
contrario “Para lograr tal conexión con el dolor es preciso
hacer exactamente lo contrario a lo que nos han enseñado: no correr,
sino parar; no esforzarse, sino abandonarse; no proponerse metas,
sino simplemente estar ahí”; nos educan en la importancia de
grandes búsquedas para ser felices pero “Para vivir en
la realidad, debemos demoler los sueños que nos han encarcelado…
casi todos los sueños terminarán por desmoronarse precisamente
porque no son nuestros”. También nuestra educación nos
ha enseñado a vivir con dramatismo las distintas situaciones
problemáticas que pueden darse en la vida y pueden acusarnos de no
ser personas sensibles o responsables sino las afrontamos así pero
“Descubrir que uno no puede realizar determinada tarea, por
ejemplo, no tiene por qué ser un problema; puede ser una liberación.
La convalecencia que comporta una enfermedad bien puede ser vivida
como una merecida temporada de vacación. La ruptura de un matrimonio
puede ser el primer paso para un matrimonio mejor.” También
destacar que a todos los que hemos recibido esa educación católica
nos han enseñado a evangelizar a “cambiar “ a los demás a que
sean creyentes, sin embargo “lo más acertado parece ser, en
consecuencia, dejar que el otro sea lo que es. En el zen se enseña a
dejar a los demás en paz, porque poco de lo que les sucede es
realmente asunto tuyo”. ¿Cómo encajar todos estos cambios?
El
libro nos hace un recorrido por todo lo que interviene en el
desarrollo del ser humano: los estados de ánimo, el yo auténtico,
las decepciones, como vivir los problemas, el dolor, las
trasformaciones temperamentales, el respeto, el recogimiento, la
interiorización, la soledad y el silencio. Y en uno de sus capítulos
nos alienta a todos con las cualidades que él ha recogido de su
experiencia con la meditación: una mayor aceptación de la vida tal
cual es; aceptar límites, achaques o dolores; benevolencia hacia los
semejantes; atención a las necesidades ajenas; aprecio a la
naturaleza y los animales; una visión global del mundo; mayor
apertura a lo diverso; y por último mayor humildad, serenidad y
confianza en uno mismo.
La
ilustración que presenta el libro es una puerta abierta “Hacer
meditación es ese momento en el que salimos. Es descubrir que la
puerta nunca ha estado cerrada, que eres tú quien la ha cerrado con
doble vuelta de llave”. Las personas estamos en constante
cambio “actuamos conforme a la sabiduría que tenemos en cada
momento” y esta propuesta de meditar nos puede llevar a unos
cambios personales que quizá otras personas los hallamos conseguido
por otros medios, en realidad creo que el libro es una manifestación
de un crecimiento personal, crecimiento que el autor ha llegado a
través de la meditación y nos puede servir de ejemplo a seguir, de
hecho tiene muchos seguidores, su libro ha tenido varias ediciones
publicadas y da cursos y conferencias para las personas que quieren
seguir “su método” como camino de madurez personal. Es curioso
como personas que vivimos distintas experiencias, que seguimos
caminos distintos llegamos a las mismas conclusiones.
No
soy muy partidaria de los libros de autoayuda y huyo de los libros
que te dan formulas para vivir mejor o ser felices, aunque lo que he
visto por Internet de este libro puede estar cerca de este enfoque
yo lo he leído con otra mirada, en mi opinión este libro es un
canto a la vida, fruto de la experiencia y madurez que puede
enseñarnos a apreciar lo cotidiano. Biografía del silencio
nos propone hacer una biografía de nosotros mismos donde “el
silencio es solo el marco o el contexto que posibilita todo lo
demás”.