Título: “El
último trayecto de Horacio Dos”
Autor: Eduardo
Mendoza
Editorial: Círculo
de lectores
N.º de páginas:
188
Este libro ha
llegado a mis manos prestado por una amiga y salva la deuda pendiente
de leer a Eduardo Mendoza habiendo sido premio Cervantes en el año
2016. “El último trayecto de Horacio Dos” fue escrita en el año
2002, no es de sus primeras producciones y no es la obra más conocida de este autor, pero yo la definiría como un capricho
literario en el mejor sentido de la palabra. Por su temática me ha
recordado al libro “Un mundo feliz” de Aldous Huxley donde las
condiciones sociales se modifican, en este caso en Estaciones
Espaciales, con el fin de mejorar la vida del hombre. “Para
garantizar la libertad se destruyeron todos los registros. Se
institucionalizó la tolerancia completa de creencias,ideas y
conductas individuales no delictivas, pero se prohibió cualquier
forma de identidad colectiva...”
Horacio Dos es un
hombre que va a pedir la jubilación anticipada pero para conseguirla
le encomiendan una misión que es llevar en una nave por el espacio a
un grupo de Delincuentes, Mujeres Descarriadas y Ancianos
Improvidentes. En el viaje se están quedando sin provisiones y van
buscando una Estación Espacial que les dé el avituallamiento que
necesitan. El carácter del protagonista y las características de
los pasajeros hacen que sea un viaje muy especial, lleno de
dificultades, sorpresas y giros argumentativos.
El libro está
narrado a modo de diario, en boca de Horacio utiliza un lenguaje
culto, lleno de adjetivos y propio de altos mandos militares, pero a
su vez cuando se refiere al resto de los personajes utiliza
expresiones sencillas cercanas a la gente que representan. “Siendo
esta conducta constitutiva de grave infracción del reglamento,
ordeno aplicar a los culpables, de inmediato y sin apelación, el
mismo tratamiento que se le aplicó al Duque” “Heme aquí
cómodamente instalado en casa del Gobernador, hombre fino, de una
educación esperada, chapado a la antigua y de una bondad sin
límites.” “Todo el día de la Ceca a la Meca por culpa de los
rumores que corren por la nave acerca de un supuesto...”. El final
del libro mantiene el nivel de sorpresa que se va generando a lo
largo de su lectura e incluso abre las puertas a la imaginación del
lector.
Es un libro de
ficción lejos de las experiencias personales que podamos tener los
lectores pero que hace pasar un rato muy divertido mientras lo lees
porque entre ese rico lenguaje en el que está narrado hay un gran
sentido del humor y en este sentido el libro es único. También es
un libro profundo porque en su aparente frivolidad hace un estudio
sociológico de los comportamientos que tenemos las personas cuando
estamos en grupo.
Os animo a que lo
leáis, además de ser divertido me ha abierto las puertas a leer más
libros de este premio Cervantes.