Título: Invisible
Autor: Paul Auster
Editorial Anagrama,
2009
N.º de páginas:
282
Invisible es la cara
de Margot entre la multitud. Invisible, nos dice Walker, es la
vanidad que hierve a fuego lento en cada uno de nosotros. Invisibles
son los despreciados de la sociedad para los que trabaja Adam Walker.
Jim se hace invisible en su libro autobiográfico. Invisible a la luz
de la penumbra es el techo de las habitaciones de Adam y Gwyn cuando
eran niños. Invisible es su hermano Andy cuando lo recuerdan,
“invisible pero respirando”. Invisible en medio de todos los
libros de la estantería era esta novela cuando después de
comprármelo dude si me gustaría leerlo. Acababa de leer La noche del Oráculo del mismo autor en inglés y me gustó mucho el estilo del
escritor pero dude si una novela con un estilo tan personal
merecería la pena leerla en castellano. No me ha defraudado. Me ha
parecido algo descorazonador por su temática pero su estilo
literario es grandioso. Compuesto de cuatro partes, cambia de
narradores y utiliza la primera, segunda y tercera persona según los
efectos que quiere causar en el lector. Tenemos un libro dentro del
libro que permite cuestionarnos la relación que hay entre la ficción
y la realidad entre las vidas de los propios personajes, distintas
estrategias para un mismo objetivo seducir al lector y mantenerlo
intrigado durante toda su lectura.
El protagonista,
Adam Walker, es un estudiante de literatura que quiere dedicarse a
escribir aunque su vida lo llevará por distintos caminos. En una
fiesta de estudiantes conoce a Rudolf Born, un hombre que resultará
tener muchas caras, es profesor en la Universidad de Columbia y vive
con su pareja Margot, los dos son franceses y establecen con Walker
relaciones muy profundas. A lo largo de la novela se irán
descubriendo los caminos angostos a los que les conducen los juegos
tan peligrosos en los que se mueven. También aparecen otros
personajes no menos importantes como Cecile Juin y su madre Helene
Juin que nos darán a conocer la calidad humana de unos y otros y
Jim, un antiguo amigo de la Universidad de Walker al que le encargará
leer y publicar su libro. Recrea distintos ambientes en Nueva York,
París, California y en una isla remota del Caribe. Trata temas tan
profundos como filosóficos, el sentimiento de culpa, la falta de
control frente al deseo, el narcisismo y el libertinaje.
Hace mucho que leí La noche del Oráculo pero recuerdo que mantiene el mismo suspense y
conserva el mismo estilo de novela policíaca y de erotismo llevado
con sutiliza pero directo. Es una novela escrita con gran habilidad y
arte, es una gran lectura que no deja impasible. Invisible se hace
visible al lector gracias a la combinación de un estilo moderno con
temas clásicos como el bien, el mal, la culpa y la redención.
Aconsejo leerla. Ha merecido la pena hacer visible a Invisible ahora
brillará en mi estantería como un libro más.